
Al enfadarme y hacer público mi enfado, la cadena hotelera, se puso en contacto conmigo y como prueba de buena voluntad o resarcimiento a mi enfado me proporcionó un bono hotel para volver al establecimiento.
Esta oferta, era lo que esperaba de una cadena fuerte, conocida y con solvencia.
Pero lo importante de este relato, es que para un observador comercial, en este relato hay dos personas relevantes que siguieron el tema paso a paso y se implicaron, y no eran los trabajadores del hotel, fueron precisamente los comerciales, en mi caso, la comercial de zona levante y el comercial interno de la central de reservas, ambos, mas allá de la resolución del problema, en todo momento, en toda comunicación, se ponían a mi disposición para resolver en primera persona cualquier sinsabor y usaban un tono cortés y sobre todo próximo y amigable.
¿Que podemos aprender los vendedores y comerciales con este relato?
Primero el obvio, si viajamos, debemos viajar con el respaldo de hoteles de reconocida solvencia, en este caso, y sirva este post de recomendación de la cadena de hoteles NH y en especial los hoteles NH de Murcia el Hesperia NH y el Amistad HN
Segundo, un comercial debe estar presente en los asuntos de sus clientes incluso en áreas que no son de su competencia, como pos-venta, satisfacción al cliente, expediciones etc.
Tercero, ningún cliente está perdido, por mucho que lo hagamos enfadar, una labor comercial correcta puede reconducir al cliente a que vuelva a confiar en nosotros.